HABLEMOS DE LIBERTAD

Libertad es una paloma blanca que vuela alto, tan alto como alcanzan sus alas. Vuela sin destino, sin límites, sin fin.. Simplemente vuela porque quiere, porque nadie se lo prohíbe y nadie juzga su vuelo. Una paloma que vuela sin pensar, sin saber dónde llegará, ni siquiera sabe si llegará, pero vuela y vuela y no deja de intentarlo. Esa paloma es libre en el momento en que ella misma guía su vuelo, no necesita a nadie a su lado para volar, es capaz de romper con el miedo a volar sola e inicia su vuelo para recorrer el cielo azul. La paloma no necesita que nadie apruebe su vuelo, quizá ni ella misma sepa por qué va a volar, simplemente lo hace.
Cuando pienso en libertad, pienso en un ave blanca con un pico y patas naranjas, un ave en un nido pequeño, saliendo del cascarón y mirando hacia el cielo con ganas de vivir. Quizá un ave blanca con miedo, llena de frustraciones, incapaz de ser feliz; quizá no, quizá es un ave llena de vida, de ilusiones y metas por cumplir, deseando romper barreras y a punto de iniciar el vuelo. La libertad, en cualquiera de los casos, empieza por un pequeño pollito blanco que cuando rompe el cascarón mira al cielo y piensa “ahí arriba hay vida”. La libertad de tener libertad, es lo que busca cada momento ese pollito blanco, la libertad de convertirse en paloma; a pesar de no tener reconocimiento, es suficiente con el reconocimiento que tendrá de sí misma. Libertad es lo que siente la paloma cuando, una vez adulta, cae la noche y encuentra un nido, hace un balance de su día y lo que ha vivido pesa más que lo que ha quedado por vivir. No es más libre por no estar en una jaula, es más libre por haber roto con sus barreras interiores. La paloma se hizo libre cuando se liberó de todo aquello que siempre había tenido tanto miedo, cuando voló fuera del nido por primera vez y no regresó esa noche; fue libre también cuando aprendió un nuevo camino, cuando quiso conocer otras palomas, cuando se unió a una bandada y voló acompañada, cuando decidió volar sola y unirse a otra bandada. La paloma fue libre cuando decidió ser ella, volar y volar sin importar el destino. La paloma fue libre, simplemente, cuando decidió por ella misma.
Nadie sabe si la paloma es capaz de regresar al nido, y si lo hace ¿habrá alguien esperándola?
Libertad es arriesgarse a ganar y acertar.


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